Estaba recordando aquel día en que me encontraba tan mal, cuando perdí por completo mi voz y aún sin fiebre tuve que avisar en la entrada de mi empleo que me revisaran «por las dudas»
Todos me decían que quizá era algo pasajero como una tos de esas que te hacen doler el pecho. Pero no, este dolor era distinto, los músculos de mi espalda acompañaban el dolor de garganta, las articulaciones de mis pies cansados no me dejaban de pedir que les diera un masaje para calmar el dolor, el contorno de mis ojos comenzaron a ponerse un poco oscuros, mis labios como si hubiesen sido pintados de un color morado y los dolores de cabeza tan distintos a los que siempre había tenido.. Mientras esperaba el resultado del hisopado en una habitación un poco fría ya que fue un 29 de julio a las 07:00hs, recuerdo que todavía no me habían dado desayuno porque aún no estaba en la lista de ingresos y una enfermera me dio el suyo desde lejos y me dijo que me tranquilizara que solo había que esperar el resultado.
Comencé a sentir más dolor en mi garganta al punto de no poder tragar. Cada segundo de espera parecía no acabar nunca. Mi familia , mis jefes todos escribiendo por mensajes o llamándome mientras el miedo se hacía más grande.. no quería dar una mala noticia, pensaba en mis hijos, en el tiempo que estuve cerca de ellos, me preguntaba si podía haber llevado el virus a mi casa y un montón de cosas más.
Finalmente la enfermera entró para decirme que me llavarian a mi nueva habitación de aislamiento en Gineco_covid. Ya que mi resultado dio positivo.
Empecé a llorar pensando en mis hijos, quería tener toda la información en mis manos de lo que podía pasar pero no tenía absolutamente nada. Comencé a ver quién había conmigo para responder cada pregunta.
Mi novio en ese entonces era del servicio residuos patológicos.
Di aviso de cada contacto estrecho, mi novio que en ese momento circulaba por el hospital haciendo su trabajo, mis hijos que habían dormido conmigo, mi familia la cual tuvo que aislarse completamente en casa. Y mis dos compañeros de trabajo.
Lo de mi novio avise dos veces o más. Pero nunca lo llamaron para aislarse, terminó su trabajo y se fue a su casa a las 14hs.
Luego de varias horas mi Rx llegó y mi doctor me llamó por teléfono para decirme que estaba bien. Que no tenía neumonía, que los dolores eran por el Covid.
Estuve un día completo con dolores y muchísima tos, tanto así que la enfermera entró a darme difenhidramina. La señora que estaba conmigo (recuerdo que le trajeron muchas botellas de agua) me ofreció una de regalo, porque mi familia no podía acercarme nada ya que estaban aislados, recuerdo la ayuda de mis compañeras de trabajo en todo momento.
Cerca de las once de la noche entran a mi habitación y me piden que me ponga el EPP que me voy de traslado a un hotel porque mi estado no era tan grave como para dejarme ahí. Recuerdo que estuve tres días ahogada sin que me dieran atención por la tos tan grave que tenía. En la noche no lograba dormir y depende de la posición mi estado empeoraba, las chicas que estuvieron conmigo llamaban a los médicos del hotel pero no podían darme nada según ellos, me dijeron a mi que mi familia o alguien tenía que comprarme un expectorante de venta libre para calmar ese ahogamiento y dolor de garganta que no me dejaba ni comer.
Mis compañeras de trabajo salían de su turno y me llevaban lo que necesitaba, comida, agua, elementos de higiene, ropa. De cada servicio recibí mucha ayuda. Incluso la jefa de sección de Neonatología del hospital donde trabajo me acercó el remedio que necesitaba. Y así fueron pasando los días más eternos. No podía ver ni siquiera el celular ni la televisión porque los dolores de cabeza no paraban. Recibía constantes llamadas de mi familia, de mis bebés, de mi novio. Que hacían que calmara un poco el miedo y la ansiedad de estar sola en una habitación sin un médico que se acerque ni si quiera a tomarme la temperatura. Me sentía abandonada. Ellos respondían a mis preguntas porque insistía en llamarlos. Solo por eso.
Finalmente 21 días después me dan el alta.
Puedo decir hoy meses más tarde que todo mi cuerpo ha cambiado. Cuando regresé al trabajo noté que no podía subir bien las escaleras porque al llegar al segundo piso las puntadas en la cabeza y la falta de aire me hacían sentarme por obligación. Parecía que mi cuerpo iba a colapsar. Pero me mantenía en silencio porque no estaba para conseguir otro trabajo en plena pandemia.
Los primeros días tenía que anotar los nombres de los RN para buscar grupos sanguíneos, medicamentos o analíticas..cada cosa que me decía un médico lo anotaba porque pasado unos minutos lo olvidaba. Sentía tanta vergüenza porque siempre fui una mujer que leyó que tenía buena memoria y ahora solo olvido cosas tan simples.
Mientras pasaba el tiempo también continuaron los dolores de articulaciones, los dolores en el pecho y tengo que decir que en días frescos no puedo dejar de usar un pañuelo en el cuello ya que el frío me deja completamente dolorida.
El cansancio constante, dormir y a la vez sentir que no dormía en días.
El habla fue algo que me daba también vergüenza, mis palabras no eran pronunciadas correctamente a pocas semanas del alta, mi lengua se trababa como si fuera un niño aprendiendo a pronunciar..
No quiero hechar toda la culpa a este virus. Solo cuento según lo que fui notando con el tiempo.
Empecé a leer nuevamente, palabras difíciles, a recordar las tablas de multiplicar, a pronunciar y recordar para ejercitar y darle fuerza a mi cerebro. Se que aún no estoy igual que antes porque continúo olvidando pero no es tan constante como antes.
Comencé a sentir dolor en mi pecho derecho Y en la ecografía consta que sólo en ese seno tengo quistes. Que quizá es una displasia mamaria a temprana edad parece. A los meses de hacerme la ecografía mamaria tengo un nódulo «dudoso» que hay que controlar.
Me hicieron análisis y me dijeron que tengo que cuidar mi hígado y mis riñones debido a que habían podido dañarse durante este tiempo ya que antes nunca me salieron mal. Mis articulaciones jamás dejaron de doler. Mi fuerza no es la misma. Los dolores en la espalda aparecen con los cambios de clima.
Ahora me están realizando estudios post-covid 19. Como los famosos chequeos generales que nos realizamos siempre. Por ende aún tengo que realizarme muchos estudios sobre todo cardiología, gastroenterología y un montón de otros más..
Solo espero que me den buenas noticias y que si son algunas malas tengan posible solución.
Pronto escribiré como sale todo.